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¿Quién, SEÑOR, puede habitar en tu santuario? ¿Quién puede vivir en tu santo monte?2
Sólo el de conducta intachable, que practica la justicia y de corazón dice la verdad;3
que no calumnia con la lengua, que no le hace mal a su prójimo ni le acarrea desgracias a su vecino;4
que desprecia al que Dios reprueba, pero honra al que teme al SEÑOR; que cumple lo prometido aunque salga perjudicado;5
que presta dinero sin ánimo de lucro, y no acepta sobornos que afecten al inocente. El que así actúa no caerá jamás.