Nehemías-4

(Reina Valera 1995)

切换到福音影视网-新版圣经

  • 1 Cuando oyó Sanbalat que nosotros edificábamos el muro, se enojó y enfureció mucho, y burlándose de los judíos,
  • 2 dijo delante de sus hermanos y del ejército de Samaria: —¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿Se les permitirá volver a ofrecer sus sacrificios? ¿Acabarán en un día? ¿Resucitarán de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas?
  • 3 Y estaba junto a él Tobías, el amonita, el cual dijo: —Lo que ellos edifican del muro de piedra, si sube una zorra lo derribará.
  • 4 «¡Oye, Dios nuestro, cómo somos objeto de su desprecio! Haz que su ofensa caiga sobre su cabeza y entrégalos por despojo en la tierra de su cautiverio.
  • 5 No cubras su iniquidad ni su pecado sea borrado delante de ti, porque se han airado contra los que edificaban.»
  • 6 Edificamos, pues, el muro, y toda la muralla fue terminada hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar.
  • 7 Pero aconteció que oyeron Sanbalat, Tobías, los árabes, los amonitas y los de Asdod que los muros de Jerusalén eran reparados, pues ya las brechas comenzaban a ser cerradas, y se encolerizaron mucho.
  • 8 Conspiraron luego todos a una para venir a atacar a Jerusalén y hacerle daño.
  • 9 Entonces oramos a nuestro Dios, y por culpa de ellos montamos guardia contra ellos de día y de noche.
  • 10 Y decía Judá: «Las fuerzas de los acarreadores se han debilitado y el escombro es mucho; no podremos reconstruir el muro.»
  • 11 Nuestros enemigos dijeron: «Que no sepan ni vean hasta que entremos en medio de ellos, los matemos y hagamos cesar la obra.»
  • 12 Pero sucedió que cuando venían los judíos que vivían entre ellos, nos decían una y otra vez: «De todos los lugares donde habitan, ellos caerán sobre vosotros.»
  • 13 Entonces puse al pueblo por familias, con sus espadas, con sus lanzas y con sus arcos, por las partes bajas del lugar, detrás del muro y en los sitios abiertos.
  • 14 Después miré, me levanté y dije a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo: —No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas.
  • 15 Cuando supieron nuestros enemigos que estábamos sobre aviso, y que Dios había desbaratado sus planes, nos volvimos todos al muro, cada uno a su tarea.
  • 16 Desde aquel día la mitad de mis siervos trabajaba en la obra, y la otra mitad se mantenía armada con lanzas, escudos, arcos y corazas. Y detrás de ellos estaban los jefes de toda la casa de Judá.
  • 17 Los que edificaban en el muro, los que acarreaban y los que cargaban, con una mano trabajaban en la obra y con la otra sostenían la espada.
  • 18 Porque los que edificaban, cada uno tenía su espada ceñida a la cintura, y así edificaban; y el que tocaba la trompeta estaba junto a mí,
  • 19 pues yo había dicho a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo: —La obra es grande y extensa, y nosotros estamos apartados en el muro, lejos los unos de los otros.
  • 20 En el lugar donde oigáis el sonido de la trompeta, reuníos allí con nosotros; nuestro Dios peleará por nosotros.
  • 21 Así pues, mientras trabajábamos en la obra desde la subida del alba hasta que salían las estrellas, la mitad de ellos montaba guardia con la lanza en la mano.
  • 22 También dije entonces al pueblo: —Cada uno con su criado permanezca dentro de Jerusalén; de noche sirvan de centinelas y de día trabajen en la obra.
  • 23 Y ni yo ni mis hermanos, ni mis jóvenes ni la gente de guardia que me seguía, nos quitamos nuestro vestido; cada uno se desnudaba solamente para bañarse.
回到本卷目录 回到本版本目录 回到首页