Salmos-119

(Reina Valera 1995)

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  • 1 Bienaventurados los íntegros de camino, los que andan en la Ley de Jehová.
  • 2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios y con todo el corazón lo buscan,
  • 3 pues no hacen maldad los que andan en sus caminos.
  • 4 Tú encargaste que tus mandamientos sean guardados con esmero.
  • 5 ¡Ojalá fueran estables mis caminos para guardar tus estatutos!
  • 6 Entonces no sería yo avergonzado, cuando atendiera a todos tus mandamientos.
  • 7 Te alabaré con rectitud de corazón cuando aprenda tus justos juicios.
  • 8 ¡Tus estatutos guardaré! ¡No me abandones enteramente!
  • 9 ¿Con qué limpiará el joven su camino? ¡Con guardar tu palabra!
  • 10 Con todo mi corazón te he buscado; no me dejes desviar de tus mandamientos.
  • 11 En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.
  • 12 ¡Bendito tú, Jehová! ¡Enséñame tus estatutos!
  • 13 Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca.
  • 14 Me he gozado en el camino de tus testimonios más que de toda riqueza.
  • 15 En tus mandamientos meditaré; consideraré tus caminos.
  • 16 Me regocijaré en tus estatutos; no me olvidaré de tus palabras.
  • 17 Haz bien a tu siervo; que viva y guarde tu palabra.
  • 18 Abre mis ojos y miraré las maravillas de tu Ley.
  • 19 Forastero soy yo en la tierra; no encubras de mí tus mandamientos.
  • 20 Quebrantada está mi alma de desear tus juicios en todo tiempo.
  • 21 Reprendiste a los soberbios, los malditos, que se desvían de tus mandamientos.
  • 22 Aparta de mí la deshonra y el menosprecio, porque he guardado tus testimonios.
  • 23 Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí; mas tu siervo meditaba en tus estatutos,
  • 24 pues tus testimonios son mis delicias y mis consejeros.
  • 25 Abatida hasta el polvo está mi alma; ¡vivifícame según tu palabra!
  • 26 Te he manifestado mis caminos y me has respondido; enséñame tus estatutos;
  • 27 hazme entender el camino de tus mandamientos, para que medite en tus maravillas.
  • 28 ¡Se deshace mi alma de ansiedad; susténtame según tu palabra!
  • 29 Aparta de mí el camino de la mentira y en tu misericordia concédeme tu Ley.
  • 30 Escogí el camino de la verdad; he puesto tus juicios delante de mí.
  • 31 Me he apegado a tus testimonios; Jehová, no me avergüences.
  • 32 Por el camino de tus mandamientos correré cuando alegres mi corazón.
  • 33 Enséñame, Jehová, el camino de tus estatutos y lo guardaré hasta el fin.
  • 34 Dame entendimiento, guardaré tu Ley y la cumpliré de todo corazón.
  • 35 Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo mi voluntad.
  • 36 Inclina mi corazón a tus testimonios y no a la avaricia.
  • 37 Aparta mis ojos para que no se fijen en cosas vanas; avívame en tu camino.
  • 38 Confirma tu palabra a tu siervo, que te teme.
  • 39 Quita de mí el oprobio que he temido, porque buenos son tus juicios.
  • 40 Puesto que he anhelado tus mandamientos; vivifícame en tu justicia.
  • 41 Venga a mí tu misericordia, Jehová; tu salvación, conforme a tu dicho.
  • 42 Y daré por respuesta a quien me avergüenza que en tu palabra he confiado.
  • 43 No quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad, porque en tus juicios espero.
  • 44 Guardaré tu Ley siempre, para siempre y eternamente.
  • 45 Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos.
  • 46 Hablaré de tus testimonios delante de los reyes y no me avergonzaré.
  • 47 Me regocijaré en tus mandamientos, los cuales he amado.
  • 48 Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amo y meditaré en tus estatutos.
  • 49 Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar.
  • 50 Ella es mi consuelo en mi aflicción, porque tu dicho me ha vivificado.
  • 51 Mucho se han burlado de mí los soberbios, pero no me he apartado de tu Ley.
  • 52 Me acordé, Jehová, de tus juicios antiguos, y me consolé.
  • 53 Horror se apoderó de mí a causa de los inicuos que abandonan tu Ley.
  • 54 Cánticos fueron para mí tus estatutos en la casa en donde fui extranjero.
  • 55 Me acordé en la noche de tu nombre, Jehová, y guardé tu Ley.
  • 56 Estas bendiciones tuve porque guardé tus mandamientos.
  • 57 Mi porción es Jehová; he dicho que guardaré tus palabras.
  • 58 Tu presencia he suplicado de todo corazón; ten misericordia de mí según tu palabra.
  • 59 Consideré mis caminos y volví mis pies a tus testimonios.
  • 60 Me apresuré y no me retardé en guardar tus mandamientos.
  • 61 Compañías de impíos me han rodeado, mas no me he olvidado de tu Ley.
  • 62 A medianoche me levanto para alabarte por tus justos juicios.
  • 63 Compañero soy yo de todos los que te temen y guardan tus mandamientos.
  • 64 De tu misericordia, Jehová, está llena la tierra. ¡Enséñame tus estatutos!
  • 65 Bien has hecho con tu siervo, Jehová, conforme a tu palabra.
  • 66 Enséñame buen sentido y sabiduría, porque tus mandamientos he creído.
  • 67 Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; pero ahora guardo tu palabra.
  • 68 Bueno eres tú, y bienhechor; ¡enséñame tus estatutos!
  • 69 Contra mí forjaron mentira los soberbios, pero yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.
  • 70 Se engrosó el corazón de ellos como sebo, mas yo en tu Ley me he regocijado.
  • 71 Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos.
  • 72 Mejor me es la Ley de tu boca que millares de oro y plata.
  • 73 Tus manos me hicieron y me formaron; hazme entender y aprenderé tus mandamientos.
  • 74 Los que te temen me verán y se alegrarán, porque en tu palabra he esperado.
  • 75 Conozco, Jehová, que tus juicios son justos y que conforme a tu fidelidad me afligiste.
  • 76 Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme a lo que has dicho a tu siervo.
  • 77 Vengan a mí tus misericordias para que viva, porque tu Ley es mi delicia.
  • 78 Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; pero yo meditaré en tus mandamientos.
  • 79 Vuélvanse a mí los que te temen y conocen tus testimonios.
  • 80 Sea mi corazón íntegro en tus estatutos, para que no sea yo avergonzado.
  • 81 Desfallece mi alma por tu salvación, mas espero en tu palabra.
  • 82 Desfallecen mis ojos por tu palabra, diciendo: «¿Cuándo me consolarás?»
  • 83 Aunque estoy como un odre expuesto al humo, no he olvidado tus estatutos.
  • 84 ¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás justicia contra los que me persiguen?
  • 85 Los soberbios me han cavado hoyos, mas no proceden según tu Ley.
  • 86 Todos tus mandamientos son verdad. Sin causa me persiguen: ¡ayúdame!
  • 87 Casi me han echado por tierra, pero no he dejado tus mandamientos.
  • 88 Vivifícame conforme a tu misericordia y guardaré los testimonios de tu boca.
  • 89 Para siempre, Jehová, permanece tu palabra en los cielos.
  • 90 De generación en generación es tu fidelidad; tú afirmaste la tierra, y subsiste.
  • 91 Por tu ordenación subsisten todas las cosas hasta hoy, pues todas ellas te sirven.
  • 92 Si tu Ley no hubiera sido mi delicia, ya en mi aflicción hubiera perecido.
  • 93 Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos, porque con ellos me has vivificado.
  • 94 ¡Tuyo soy yo, sálvame, porque he buscado tus mandamientos!
  • 95 Los impíos me han aguardado para destruirme; mas yo consideraré tus testimonios.
  • 96 A toda perfección he visto fin; amplio sobremanera es tu mandamiento.
  • 97 ¡Cuánto amo yo tu Ley! ¡Todo el día es ella mi meditación!
  • 98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, porque siempre están conmigo.
  • 99 Más que todos mis enseñadores he entendido, porque tus testimonios son mi meditación.
  • 100 Más que los viejos he entendido, porque he guardado tus mandamientos.
  • 101 De todo mal camino contuve mis pies para guardar tu palabra.
  • 102 No me aparté de tus juicios, porque tú me enseñaste.
  • 103 ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! ¡Más que la miel a mi boca!
  • 104 De tus mandamientos he adquirido inteligencia; por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.
  • 105 Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino.
  • 106 Juré y ratifiqué que guardaré tus justos juicios.
  • 107 ¡Afligido estoy en gran manera! ¡Vivifícame, Jehová, conforme a tu palabra!
  • 108 Te ruego, Jehová, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca y que me enseñes tus juicios.
  • 109 Mi vida está de continuo en peligro, pero no me he olvidado de tu Ley.
  • 110 Me pusieron lazo los impíos, pero yo no me desvié de tus mandamientos.
  • 111 Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, porque son el gozo de mi corazón.
  • 112 Mi corazón incliné a cumplir tus estatutos de continuo, hasta el fin.
  • 113 Aborrezco a los hombres hipócritas, pero amo tu Ley.
  • 114 Mi escondedero y mi escudo eres tú. En tu palabra he esperado.
  • 115 ¡Apartaos de mí, malignos, pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios!
  • 116 Susténtame conforme a tu palabra y viviré; no quede yo avergonzado de mi esperanza.
  • 117 Sosténme y seré salvo, y me regocijaré siempre en tus estatutos.
  • 118 Hollaste a todos los que se desvían de tus estatutos, porque su astucia es falsedad.
  • 119 Como escorias hiciste consumir a todos los impíos de la tierra; por tanto, yo he amado tus testimonios.
  • 120 Mi carne se estremece por temor de ti, y de tus juicios tengo miedo.
  • 121 Juicio y justicia he hecho; ¡no me abandones a mis opresores!
  • 122 Afianza a tu siervo para bien; no permitas que los soberbios me opriman.
  • 123 Mis ojos desfallecen por tu salvación y por la palabra de tu justicia.
  • 124 Haz con tu siervo según tu misericordia y enséñame tus estatutos.
  • 125 Tu siervo soy yo, dame entendimiento para conocer tus testimonios.
  • 126 Tiempo es de actuar, Jehová, porque han invalidado tu Ley.
  • 127 Por eso he amado tus mandamientos más que el oro, y más que oro muy puro.
  • 128 Por eso he estimado rectos todos tus mandamientos sobre todas las cosas y he aborrecido todo camino de mentira.
  • 129 Maravillosos son tus testimonios; por eso los ha guardado mi alma.
  • 130 La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los sencillos.
  • 131 Mi boca abrí y suspiré, porque deseaba tus mandamientos.
  • 132 Mírame y ten misericordia de mí, como acostumbras hacer con los que aman tu nombre.
  • 133 Ordena mis pasos con tu palabra y ninguna maldad se enseñoree de mí.
  • 134 Líbrame de la violencia de los hombres y guardaré tus mandamientos.
  • 135 Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo y enséñame tus estatutos.
  • 136 Ríos de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu Ley.
  • 137 Justo eres tú, Jehová, y rectos son tus juicios.
  • 138 Tus testimonios, que has recomendado, son rectos y muy fieles.
  • 139 Mi celo me ha consumido, porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.
  • 140 Sumamente pura es tu palabra y la ama tu siervo.
  • 141 Pequeño soy yo y desechado, pero no me he olvidado de tus mandamientos.
  • 142 Tu justicia es justicia eterna, y tu Ley, la verdad.
  • 143 Aflicción y angustia se han apoderado de mí, pero tus mandamientos han sido mi delicia.
  • 144 Justicia eterna son tus testimonios; ¡dame entendimiento y viviré!
  • 145 Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Jehová, y guardaré tus estatutos.
  • 146 A ti clamé: ¡Sálvame!, y guardaré tus testimonios.
  • 147 Me anticipé al alba y clamé; esperé en tu palabra.
  • 148 Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche, para meditar en tus mandatos.
  • 149 Oye mi voz conforme a tu misericordia; Jehová, vivifícame conforme a tu justicia.
  • 150 Se acercaron a la maldad los que me persiguen; se alejaron de tu Ley.
  • 151 Cercano estás tú, Jehová, y todos tus mandamientos son verdad.
  • 152 Hace ya mucho que he entendido tus testimonios, que para siempre los has establecido.
  • 153 Mira mi aflicción y líbrame, porque de tu Ley no me he olvidado.
  • 154 Defiende mi causa y redímeme; vivifícame con tu palabra.
  • 155 Lejos está de los impíos la salvación, porque no buscan tus estatutos.
  • 156 Muchas son tus misericordias, Jehová; vivifícame conforme a tus juicios.
  • 157 Muchos son mis perseguidores y mis enemigos, pero de tus testimonios no me he apartado.
  • 158 Veía a los traidores y me disgustaba, porque no guardaban tus palabras.
  • 159 ¡Mira, Jehová, que amo tus mandamientos! ¡Vivifícame conforme a tu misericordia!
  • 160 La suma de tu palabra es verdad, y eterno es todo juicio de tu justicia.
  • 161 Príncipes me han perseguido sin causa, pero mi corazón tuvo temor de tus palabras.
  • 162 Me regocijo en tu palabra como el que halla muchos despojos.
  • 163 La mentira aborrezco y abomino; tu Ley amo.
  • 164 ¡Siete veces al día te alabo a causa de tus justos juicios!
  • 165 Mucha paz tienen los que aman tu Ley, y no hay para ellos tropiezo.
  • 166 Tu salvación he esperado, Jehová, y tus mandamientos he puesto por obra.
  • 167 Mi alma ha guardado tus testimonios y los he amado en gran manera.
  • 168 He guardado tus mandamientos y tus testimonios, porque todos mis caminos están delante de ti.
  • 169 Llegue mi clamor delante de ti, Jehová; dame entendimiento conforme a tu palabra.
  • 170 Llegue mi oración delante de ti; líbrame conforme a tu dicho.
  • 171 Mis labios rebosarán de alabanza cuando me enseñes tus estatutos.
  • 172 Hablará mi lengua tus dichos, porque todos tus mandamientos son justicia.
  • 173 Esté tu mano pronta para socorrerme, porque tus mandamientos he escogido.
  • 174 He deseado tu salvación, Jehová, y tu Ley es mi delicia.
  • 175 ¡Viva mi alma y te alabe, y tus juicios me ayuden!
  • 176 Yo anduve errante como una oveja extraviada; ¡busca a tu siervo, porque no me he olvidado de tus mandamientos!
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