Génesis-24

(Reina Valera 1995)

切换到福音影视网-新版圣经

  • 1 Ya Abraham era viejo, bien avanzado en años; y Jehová había bendecido en todo a Abraham.
  • 2 Dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, quien gobernaba todo lo que él tenía: —Pon ahora tu mano debajo de mi muslo
  • 3 y júrame por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito,
  • 4 sino que irás a mi tierra y a mi parentela a tomar mujer para mi hijo Isaac.
  • 5 El criado le respondió: —Quizá la mujer no quiera venir conmigo a esta tierra. ¿Debo, entonces, volver y llevar a tu hijo a la tierra de donde saliste?
  • 6 Abraham le dijo: —¡Cuidado con llevar allá a mi hijo!
  • 7 Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y que me habló y me juró, diciendo: “A tu descendencia daré esta tierra”, él enviará su ángel delante de ti, para que tú traigas de allá mujer para mi hijo.
  • 8 Pero si la mujer no quiere venir contigo, quedarás libre de mi juramento; solamente que no lleves allá a mi hijo.
  • 9 Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de Abraham, su señor, y le juró sobre este negocio.
  • 10 El criado tomó diez camellos de los de su señor, y se fue, no sin antes escoger toda clase de regalos de lo mejor que tenía su señor; se puso en camino y llegó a la ciudad de Nacor, en Mesopotamia.
  • 11 Fuera de la ciudad hizo arrodillar a los camellos junto a un pozo de agua, a la hora de la tarde, la hora en que salen las muchachas a buscar agua.
  • 12 Y dijo: «Jehová, Dios de mi señor Abraham, haz, te ruego, que hoy tenga yo un buen encuentro, y ten misericordia de mi señor Abraham.
  • 13 Aquí estoy junto a la fuente de agua, cuando salen a buscar agua las hijas de los hombres de esta ciudad.
  • 14 Sea, pues, que la muchacha a quien yo diga: “Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba”, y ella responda: “Bebe, y también daré de beber a tus camellos”, que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac. En esto conoceré que has hecho misericordia con mi señor.»
  • 15 Aconteció que antes que él acabara de hablar, salió Rebeca con su cántaro sobre el hombro. Rebeca era hija de Betuel, hijo de Milca, mujer de Nacor, hermano de Abraham.
  • 16 Esta muchacha era de aspecto muy hermoso y virgen, pues ningún hombre la había conocido; descendió a la fuente, llenó su cántaro, y se dispuso a regresar.
  • 17 Entonces el criado corrió hacia ella y le dijo: —Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro.
  • 18 Ella respondió: —Bebe, señor mío. Se dio prisa a bajar su cántaro, lo sostuvo entre las manos y le dio a beber.
  • 19 Cuando acabó de darle de beber, dijo: —También para tus camellos sacaré agua, hasta que acaben de beber.
  • 20 Se dio prisa y vació su cántaro en la pila; luego corrió otra vez al pozo a sacar agua y sacó para todos sus camellos.
  • 21 El hombre, maravillado, la contemplaba en silencio, pues quería saber si Jehová había prosperado su viaje, o no.
  • 22 Cuando los camellos acabaron de beber, le dio el hombre un pendiente de oro que pesaba medio siclo y dos brazaletes que pesaban diez,
  • 23 y le preguntó: —¿De quién eres hija? Te ruego que me digas si en casa de tu padre hay lugar donde podamos pasar la noche.
  • 24 Ella respondió: —Soy hija de Betuel, hijo de Milca, el hijo que ella dio a Nacor.
  • 25 Y añadió: —También hay en nuestra casa paja y mucho forraje, y lugar donde pasar la noche.
  • 26 El hombre entonces se inclinó y adoró a Jehová,
  • 27 y dijo: «Bendito sea Jehová, Dios de mi amo Abraham, que no apartó de mi amo su misericordia y su verdad, y que me ha guiado en el camino a casa de los hermanos de mi amo.»
  • 28 La muchacha corrió e hizo saber estas cosas en casa de su madre.
  • 29 Rebeca tenía un hermano que se llamaba Labán, el cual corrió afuera hacia el hombre, a la fuente.
  • 30 Y cuando vio el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, que decía: «Así me habló aquel hombre», fue adonde él estaba; lo encontró con los camellos, junto a la fuente,
  • 31 y le dijo: —Ven, bendito de Jehová, ¿por qué estás fuera? He preparado la casa, y el lugar para los camellos.
  • 32 Entonces el hombre vino a la casa y Labán desató los camellos; les dio paja y forraje, y a él le dio agua para lavar sus pies, y los pies de los hombres que con él venían.
  • 33 Luego le pusieron delante qué comer; pero él dijo: —No comeré hasta que haya dicho mi mensaje. —Habla —dijo Labán.
  • 34 Y el hombre dijo: —Soy criado de Abraham.
  • 35 Jehová ha bendecido mucho a mi amo, y él se ha engrandecido; le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos.
  • 36 Sara, mujer de mi amo, dio a luz en su vejez un hijo a mi señor, quien le ha dado a él todo cuanto tiene.
  • 37 Mi amo me hizo jurar, diciendo: “No tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, en cuya tierra habito,
  • 38 sino que irás a la casa de mi padre, a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo.”
  • 39 Yo dije: “Quizá la mujer no quiera seguirme.”
  • 40 Entonces él me respondió: “Jehová, en cuya presencia he andado, enviará contigo su ángel y prosperará tu camino; y tomarás para mi hijo mujer de mi familia y de la casa de mi padre.
  • 41 Entonces quedarás libre de mi juramento, cuando hayas llegado a mi familia: si no te la dan, quedarás libre de mi juramento.”
  • 42 »Llegué, pues, hoy a la fuente y dije: “Jehová, Dios de mi señor Abraham, si tú has de prosperar ahora el camino por el cual ando,
  • 43 permite que, mientras estoy junto a la fuente de agua, la muchacha que salga a buscar agua y a quien yo diga: ‘Dame de beber, te ruego, un poco de agua de tu cántaro’,
  • 44 y ella me responda: ‘Bebe tú, y también para tus camellos sacaré agua’, sea ésta la mujer que destinó Jehová para el hijo de mi señor.”
  • 45 Antes que acabara de hablar en mi corazón, vi a Rebeca que salía con su cántaro sobre el hombro; descendió a la fuente, y sacó agua. Entonces le dije: “Te ruego que me des de beber.”
  • 46 Ella, al punto, bajó su cántaro del hombro y dijo: “Bebe, y también a tus camellos daré de beber.” Yo bebí, y dio también de beber a mis camellos.
  • 47 Entonces le pregunté: “¿De quién eres hija?” Ella respondió: “Soy hija de Betuel hijo de Nacor, el hijo que le dio Milca.” Le puse, pues, un pendiente en la nariz, y brazaletes en los brazos.
  • 48 Luego me incliné, adoré a Jehová y bendije a Jehová, Dios de mi señor Abraham, que me había guiado por un camino recto para tomar la hija del hermano de mi señor para su hijo.
  • 49 Ahora, pues, si estáis dispuestos a hacer misericordia y ser leales con mi señor, declarádmelo; y si no, declarádmelo también, y así sabré qué debo hacer.
  • 50 Entonces Labán y Betuel respondieron diciendo: —De Jehová ha salido esto; no podemos hablarte ni mal ni bien.
  • 51 Ahí está Rebeca, delante de ti: tómala y vete, y sea mujer del hijo de tu señor, como lo ha dicho Jehová.
  • 52 Cuando el criado de Abraham oyó estas palabras, se inclinó a tierra ante Jehová.
  • 53 Después sacó el criado alhajas de plata, alhajas de oro y vestidos, y lo dio a Rebeca; también dio cosas preciosas a su hermano y a su madre.
  • 54 Luego comieron y bebieron, él y los hombres que venían con él, y pasaron allí la noche. Por la mañana, al levantarse, el criado dijo: —Enviadme a mi señor.
  • 55 Pero el hermano y la madre de Rebeca respondieron: —Espere la muchacha con nosotros al menos diez días, y después irá.
  • 56 Él les dijo: —No me detengáis, ya que Jehová ha prosperado mi camino; despachadme para que regrese donde está mi señor.
  • 57 Ellos respondieron entonces: —Llamemos a la muchacha y preguntémosle.
  • 58 Llamaron, pues, a Rebeca y le preguntaron: —¿Irás tú con este hombre? Ella respondió: —Sí, iré.
  • 59 Entonces dejaron ir a su hermana Rebeca, a su nodriza y también al criado de Abraham y a sus hombres.
  • 60 Y bendijeron a Rebeca, diciendo: «Hermana nuestra, sé madre de millares de millares, y conquisten tus descendientes la puerta de sus enemigos.»
  • 61 Rebeca y sus doncellas se levantaron, montaron en los camellos y siguieron al hombre. Así, pues, el criado tomó a Rebeca y se fue.
  • 62 Mientras tanto, Isaac había vuelto del pozo del «Viviente-que-me-ve», pues habitaba en el Neguev.
  • 63 Había salido Isaac a meditar al campo, a la hora de la tarde, y alzando sus ojos vio los camellos que venían.
  • 64 Rebeca también alzó sus ojos, vio a Isaac y descendió del camello,
  • 65 pues había preguntado al criado: —¿Quién es ese hombre que viene por el campo hacia nosotros? Y el criado había respondido: —Éste es mi señor. Tomó ella entonces el velo y se cubrió.
  • 66 El criado le contó a Isaac todo lo que había hecho.
  • 67 Luego Isaac la trajo a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer y la amó. Así se consoló Isaac de la muerte de su madre.
回到本卷目录 回到本版本目录 回到首页