1 Samuel-20

(La Biblia de las Americas)

切换到福音影视网-新版圣经

  • 1 Entonces David huyó de Naiot en Ramá, vino ante Jonatán, y dijo: ¿Qué he hecho yo? ¿Cuál es mi maldad y cuál es mi pecado contra tu padre para que busque mi vida?
  • 2 Y él le respondió: De ninguna manera; no morirás. He aquí, mi padre no hace ninguna cosa, grande o pequeña, sin revelármela. ¿Por qué, pues, me ha de ocultar esto mi padre? No será así.
  • 3 Pero David volvió a jurar, diciendo: Tu padre sabe bien que he hallado gracia ante tus ojos, y ha dicho: “Que no lo sepa Jonatán para que no se entristezca.” Pero ciertamente, vive el SEÑOR y vive tu alma, que apenas hay un paso entre mí y la muerte.
  • 4 Entonces Jonatán dijo a David: Lo que tú digas, haré por ti.
  • 5 Y David respondió a Jonatán: He aquí, mañana es luna nueva y debo sentarme a comer con el rey, pero déjame ir para que me esconda en el campo hasta el atardecer del tercer día.
  • 6 Si tu padre me echa de menos, entonces di: “David me rogó mucho que le dejara ir a toda prisa a Belén su ciudad, porque allá se celebra el sacrificio anual por toda la familia.”
  • 7 Si él dice: “Está bien”, tu siervo estará seguro; pero si se enoja, sabrás que ha decidido hacer el mal.
  • 8 Trata entonces con misericordia a tu siervo, ya que has hecho entrar a tu siervo en un pacto del SEÑOR contigo. Pero si hay maldad en mí, mátame tú, pues, ¿por qué llevarme a tu padre?
  • 9 Respondió Jonatán: ¡Nunca tal te suceda! Porque si yo me entero que mi padre ha decidido que el mal caiga sobre ti, ¿no te lo avisaría yo?
  • 10 David respondió a Jonatán: ¿Quién me avisará si tu padre te responde ásperamente?
  • 11 Y Jonatán dijo a David: Ven, salgamos al campo. Y ambos salieron al campo.
  • 12 Entonces Jonatán dijo a David: El SEÑOR, Dios de Israel, sea testigo. Cuando yo haya hablado con mi padre como a esta hora mañana, o al tercer día, he aquí, si hay buen ánimo para con David, ¿no habré de enviar a ti para hacértelo saber?
  • 13 Si mi padre quiere hacerte mal, que así haga el SEÑOR a Jonatán y aun le añada si no te lo hago saber y te envío para que vayas en paz. Y que el SEÑOR sea contigo, como ha sido con mi padre.
  • 14 Y si todavía vivo, ¿no me mostrarás la misericordia del SEÑOR, para que no muera?
  • 15 No quitarás tu misericordia de mi casa para siempre, ni aun cuando el SEÑOR haya quitado de la faz de la tierra a cada uno de los enemigos de David.
  • 16 Jonatán, pues, hizo un pacto con la casa de David, diciendo: El SEÑOR lo demande de la mano de los enemigos de David.
  • 17 Y Jonatán hizo jurar a David otra vez a causa de su amor por él, pues le amaba como a sí mismo.
  • 18 Entonces Jonatán le dijo: Mañana es luna nueva y serás echado de menos, porque tu asiento estará vacío.
  • 19 Cuando hayas estado ausente tres días, descenderás aprisa y vendrás al lugar donde te escondiste el día de aquel suceso, y permanecerás junto a la piedra de Ezel.
  • 20 Yo tiraré tres saetas hacia un lado, como tirando al blanco.
  • 21 Y he aquí, enviaré al muchacho, diciendo: “Ve, busca las saetas.” Si digo claramente al muchacho: “He aquí, las saetas están más acá de ti, tómalas”, entonces ven porque hay seguridad para ti y no habrá mal, vive el SEÑOR.
  • 22 Pero si digo al joven: “He aquí, las saetas están más allá de ti”, vete, porque el SEÑOR te ha enviado.
  • 23 En cuanto al acuerdo del cual tú y yo hemos hablado, he aquí, el SEÑOR está entre nosotros dos para siempre.
  • 24 Se escondió, pues, David en el campo. Cuando vino la luna nueva, el rey se sentó a comer.
  • 25 El rey se sentó en su asiento como de costumbre, el asiento junto a la pared; entonces Jonatán se levantó, y Abner se sentó al lado de Saúl, pero el lugar de David estaba vacío.
  • 26 Sin embargo, Saúl no dijo nada aquel día, porque se dijo: Es una casualidad, no estará limpio; de seguro que no se ha purificado.
  • 27 Y sucedió al día siguiente, el segundo día de la luna nueva, que el lugar de David estaba aún vacío; entonces Saúl dijo a su hijo Jonatán: ¿Por qué no ha venido el hijo de Isaí a la comida ni ayer ni hoy?
  • 28 Y Jonatán respondió a Saúl: David me rogó encarecidamente que le dejara ir a Belén,
  • 29 y dijo: “Te ruego que me dejes ir, pues nuestra familia tiene sacrificio en la ciudad y mi hermano me ha mandado que asista. Ahora pues, si he hallado gracia ante tus ojos, te ruego me dejes ir para ver a mis hermanos.” Por este motivo no ha venido a la mesa del rey.
  • 30 Se encendió la ira de Saúl contra Jonatán, y le dijo: ¡Hijo de perversa y rebelde! ¿Acaso no sé yo que prefieres al hijo de Isaí, para tu propia vergüenza y para vergüenza de la desnudez de tu madre?
  • 31 Pues mientras viva sobre la tierra el hijo de Isaí, ni tú ni tu reino serán establecidos. Ahora pues, manda a traérmelo, porque ciertamente ha de morir.
  • 32 Pero Jonatán respondió a su padre Saúl, y le dijo: ¿Por qué ha de morir? ¿Qué ha hecho?
  • 33 Entonces Saúl le arrojó la lanza para matarlo; así Jonatán supo que su padre había decidido matar a David.
  • 34 Jonatán se levantó de la mesa ardiendo en ira y no comió pan el segundo día de la luna nueva, pues estaba entristecido por David, porque su padre le había afrentado.
  • 35 A la mañana siguiente Jonatán salió al campo para reunirse con David, y un muchacho pequeño iba con él.
  • 36 Y dijo al muchacho: Corre, busca ahora las saetas que voy a tirar. Y mientras el muchacho corría, tiró una saeta más allá de él.
  • 37 Cuando el muchacho llegó a la saeta que Jonatán había tirado, Jonatán le gritó al muchacho, y dijo: ¿No está la saeta más allá de ti?
  • 38 Y Jonatán llamó al muchacho: Corre, date prisa, no te detengas. Y el muchacho de Jonatán recogió la saeta y volvió a su señor.
  • 39 Pero el muchacho no estaba al tanto de nada; sólo Jonatán y David sabían del asunto.
  • 40 Entonces Jonatán dio sus armas al muchacho y le dijo: Vete, llévalas a la ciudad.
  • 41 Cuando el muchacho se fue, David se levantó del lado del sur, y cayendo rostro en tierra, se postró tres veces. Y se besaron el uno al otro y lloraron juntos, pero David lloró más.
  • 42 Y Jonatán dijo a David: Vete en paz, ya que nos hemos jurado el uno al otro en el nombre del SEÑOR, diciendo: “El SEÑOR esté entre tú y yo, y entre mi descendencia y tu descendencia para siempre.” David se levantó y se fue, y Jonatán entró en la ciudad.
回到本卷目录 回到本版本目录 回到首页