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Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo.2
Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, entonces tuvo hambre.3
Y acercándose el tentador, le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.4
Pero El respondiendo, dijo: Escrito está: “NO SOLO DE PAN VIVIRA EL HOMBRE, SINO DE TODA PALABRA QUE SALE DE LA BOCA DE DIOS.”5
Entonces el diablo le llevó a la ciudad santa, y le puso sobre el pináculo del templo,6
y le dijo: Si eres Hijo de Dios, lánzate abajo, pues escrito está: “A SUS ANGELES TE ENCOMENDARA”, y: “EN LAS MANOS TE LLEVARAN, NO SEA QUE TU PIE TROPIECE EN PIEDRA.”7
Jesús le dijo: También está escrito: “NO TENTARAS AL SEÑOR TU DIOS.”8
Otra vez el diablo le llevó a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,9
y le dijo: Todo esto te daré, si postrándote me adoras.10
Entonces Jesús le dijo: ¡Vete, Satanás! Porque escrito está: “AL SEÑOR TU DIOS ADORARAS, Y SOLO A EL SERVIRAS.”11
El diablo entonces le dejó; y he aquí, ángeles vinieron y le servían.12
Cuando El oyó que Juan había sido encarcelado, se retiró a Galilea;13
y saliendo de Nazaret, fue y se estableció en Capernaúm, que está junto al mar, en la región de Zabulón y de Neftalí;14
para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías, cuando dijo:15
¡TIERRA DE ZABULON Y TIERRA DE NEFTALI, CAMINO DEL MAR, AL OTRO LADO DEL JORDAN, GALILEA DE LOS GENTILES!16
EL PUEBLO ASENTADO EN TINIEBLAS VIO UNA GRAN LUZ, Y A LOS QUE VIVIAN EN REGION Y SOMBRA DE MUERTE, UNA LUZ LES RESPLANDECIO.17
Desde entonces Jesús comenzó a predicar y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.18
Y andando junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, echando una red al mar, porque eran pescadores.19
Y les dijo: Seguidme, y yo os haré pescadores de hombres.20
Entonces ellos, dejando al instante las redes, le siguieron.21
Y pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo, hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con su padre Zebedeo, remendando sus redes, y los llamó.22
Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron.23
Y Jesús iba por toda Galilea, enseñando en sus sinagogas y proclamando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.24
Y se extendió su fama por toda Siria; y traían a El todos los que estaban enfermos, afectados con diversas enfermedades y dolores, endemoniados, epilépticos y paralíticos; y El los sanaba.25
Y le siguieron grandes multitudes de Galilea, Decápolis, Jerusalén y Judea, y del otro lado del Jordán.